El coaching espiritual es el que busca ayudar a las personas a encontrar su propósito de vida, sanar heridas del pasado, aprendiendo desde los buenos hábitos a construir su mejor versión, siendo coherente con el sentido de su existencia, de la mano de sus ángeles, guías y seres de luz. Su misión es guiar a los pacientes a conectarse con su esencia desde su luz más pura que es la energía del espíritu.
El coaching se originó en la antigua Grecia y en filósofos como Sócrates y Platón y sólo hasta la última década del siglo XX cuando empieza a sonar con fuerza en Europa y unos años antes en EEUU.
Sócrates decía que “no existe el enseñar, sino sólo el aprender”. De esta manera tan sencilla desplazaba el protagonismo del maestro, que tan sólo facilita, al alumno que con su reflexión y esfuerzo es el que aprende. Platón, discípulo de Sócrates, habla del “diálogo constructivo” no en el sentido de un mero “traspaso de conocimiento, sino de ayudar al otro a encontrarlo por sí mismo”. Ésa es precisamente la labor del coach. Dice Platón, refiriéndose a la educación en un pasaje de La República, “no se trata de darle visión. Ya la posee. Sin embargo, está mirando en una dirección equivocada y no se dirige a donde debería”3.
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